Hoy quiero recordarte algo que a veces se nos olvida (te lo comparto porque a mí me pasa mucho):
Todo eso que haces por ti: ejercicio, meditar, escribir, respirar, comer mejor, descansar, no es un checklist. No estás aquí para cumplir con una lista ni para sentirte más productiva.
No se trata de hacer por hacer, ni de lograr por lograr.
Las prácticas de bienestar están para sostenernos, para reconectar con nosotras mismas, para ayudarnos a estar mejor, no para generarnos más presión.
No son una tarea más. Son un regalo. Una forma de volver a ti.
Y si hoy no lo hiciste, si no te salió, si te sentiste cansada o abrumada, no pasa nada. Eso no significa que hayas fallado.
A veces no cumplir con todos los hábitos productivos que te propusiste también es parte del autocuidado.
A veces lo que necesitamos es preguntarnos: ¿qué necesito hoy? ¿qué me haría bien?
Y desde ahí, desde ese lugar más honesto y más real, podemos darnos lo que realmente necesitamos. Con amor y entendimiento.
Recuerda que eres humana, no un robot. Elige lo que te nutre, no lo que te hace sentir que cumpliste un checklist.
Yo caigo muchísimo en esto, pero hoy que te lo comparto me ayuda a reflexionar desde qué lugar hago lo que hago, y así poder actuar con más consciencia.
Te mando un abrazo!
Chris.